domingo, 27 de octubre de 2013

Un año quebrado

Ha sido un año muy difícil. Han pasado casi doce meses desde la última vez que escribí mi diario. Me parece sensato contarte por qué dejé de escribir.

Gabriel, después de enfrentar  a sus padres, decidió que no podía seguir más. Se suicidó la noche del 24 de Diciembre; Rocío y yo terminamos un mes después. No ha sido un año fácil. La universidad ha sido mi refugio: altas calificaciones, y muy pocos amigos.

Ha sido un año quebrado, como dice la canción de Hello Seahorse, pero también han pasado cosas interesantes. Después de la muerte de Gabriel y el rompimiento con Rocío, la relación con mi padre mejoró; quizá no del todo, pero ya es un avance que podamos pasar juntos los fines de semana sin pelear.

Hace algunas semanas conocí a un chico que se llama Fernando. Es un chico muy simpático, y es muy amable conmigo. Ha sido de las pocas personas que se han acercado a mí después del cambio de actitud. Me gusta cuando intenta hacerme reír: sabe que algunos chistes de Pepito me matan de risa.

Poco tiempo después de la partida de Gabriel y Rocío, decidí entrarle a la meditación. Voy al Centro Budista de la Ciudad de México que está en la Roma (me queda a dos cuadras del departamento). Al principio solo lo hacía para no pensar, ahora lo hago para liberarme de cosas que no fueron mi culpa.

Pienso en lo bellos que fueron los momentos con Rocío y Gabriel, después los despido de mi vida. Es obvio que no se irán tan rápido de mi vida, creo que nadie se va por completo, pero llegará el momento en que dejen de doler.

He comenzado a comprender que después de las despedidas, viene un nuevo comienzo. Algunas veces me da risa al pensar que nunca estamos contentos con lo que tenemos, hasta que lo perdemos.

La vida nos da golpes muy fuertes, pero tenemos que seguir adelante. Algunas veces dudamos de nuestras acciones, pero siempre debemos tener la firmeza y responsabilidad de que nuestras acciones, todas, tienen consecuencias positivas o negativas.

Ya me aburrí de darte estas explicaciones. Me leí como mal predicador de iglesia cristiana. Me gustaría saber qué opinas de esto.

Estoy a puto de cerrar el cuarto trimestre de la carrera. No me va mal. Te prometo seguir escribiendo. En los próximos días te contaré mis planes, y lo que suceda con Fernando.
Bonita semana.


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